Esta tarde los Reyes Magos han visitado el cole.
Como podéis ver, lleva un trabajo considerable organizarlo y atender a tal cantidad de gente:
Todo el colegio se ha revolucionado. Además, este año hemos entregado cartas a l@s alumn@s para que las rellenen y las echen al buzón real.
Propusimos un concurso de dulces navideños elaborados por los padres/madres, en los que tod@s probaríamos y votaríamos los que más nos gustaran, con premio para el/la ganador/a, con chuches y cafés. Ha sido increíble la participación, elaboración y las recetas "secretas" que hay en cada casa.
Con una espectacular entrada a caballo, Sus Majestades han sido
recibidos por l@s alumn@s del centro con cantos, vítores, ilusión,
nervios...
Y una vez colocados, l@s alumn@s han ido pasando ordenadamente a echar su carta al buzón real, contándoles lo que les han pedido, como se portan, como se llaman... haciéndose una foto individual con el Rey elegido, que a los socios se les entregará al volver de las vacaciones.
Terminando con una foto de cada clase con su maestr@, foto que también recibirá cada socio.
Despidiéndose en su salida, los Reyes han llevado consigo las cartas, deseos y sueños de l@s niñ@s.
Sólo nos queda felicitar a ROSARIO MUÑOZ, que con su "TRUFAS y MANTECADOS", ha sido la ganadora (con 27 votos sobre un total de 129 emitidos entre los 14 participantes) del concurso de dulces navideños, a
todos los que de algún modo nos han ayudado a hacerlo posible y sobre
todo a vosotr@s, PADRES/MADRES por vuestra participación en el concurso y
compartir con tod@s vuestras delicias.
Días como hoy conseguís que "un colegio" se convierta en un "centro de reunión familiar".
Esperamos hayáis disfrutado tanto como los más peques.
Nos vamos de vacaciones. Descansad. Pasad tiempo con vuestros seres queridos y el año que viene volvemos con más actividades.
P.D.2:
La única tristeza que le queda a éste que escribe, es la de no haber
podido probar ni las migajas de ningún participante por estar atendiendo
la organización, tristeza reconvertida en alivio y alegría porque no hayan quedado ni las migajas. El año que viene, guardadme una "puntica".